"El
nacimiento del Hombre nuevo" o el conocido popularmente por los sevillanos
como “El huevo de Colón” es la mayor escultura de bronce de
la ciudad. Con una altura de 32 metros, esta obra del escultor ruso Zurab
Tsereteli fue una donación del ayuntamiento de Moscú a
la ciudad de Sevilla en el año 1995.
El nombre de la estatua hace alusión al "nacimiento" y al salto a la Historia que dio este personaje con su proeza naval.
El conjunto llegó por mar hasta la ciudad de Santurce, desde donde fue trasladada por
carretera hasta Sevilla en siete camiones tipo
tráiler y dos vehículos especiales para
las piezas de mayores dimensiones.
La
estatua representa un gran huevo formado por las velas de las naves del
almirante, en cuyo interior, se sitúa una estatua de Cristóbal Colón; quien sostiene un mapa
desenrollado desde una mano a otra, y sobre el cual, se disponen las tres
carabelas.
Tras
un accidentado montaje, y retrasos en su recepción e inauguración, sufrió
inicialmente el expolio, el vandalismo, e incluso, el robo de las planchas de
bronce que forman el huevo. Estos daños, fueron reparados a partir de febrero
de 2000 permaneciendo la obra en el mismo emplazamiento.
Sin
embargo, curiosamente o no, el huevo ha estado asociado históricamente a la
figura del descubridor de las Américas debido
al uso de la expresión popular “El huevo de Colón”.
Este
dicho cuenta con un particular significado definido por la RAE como “algo que
aparenta tener mucha dificultad pero resulta ser fácil al conocer su
artificio".
El
origen de esta expresión lo encontramos en la obra de Girolamo
Benzoni Historia del
Nuevo Mundo (Venecia, 1565) en la que cuenta la siguiente historia:
Estando Cristóbal Colón a la mesa con muchos
nobles españoles, uno de ellos le dijo:
'Sr.
Colón, incluso si vuestra merced no hubiera encontrado las Indias, no nos
habría faltado una persona que hubiese emprendido una aventura similar a la
suya, aquí, en España que es tierra pródiga en grandes hombres muy entendidos
en cosmografía y literatura'. Colón no respondió a estas palabras pero,
habiendo solicitado que le trajeran un huevo, lo colocó sobre la mesa y dijo:
'Señores, apuesto con cualquiera de ustedes a que no serán capaces de poner
este huevo de pie como yo lo haré, desnudo y sin ayuda ninguna'. Todos lo
intentaron sin éxito y cuando el huevo volvió a Colón éste al golpearlo contra
la mesa, colocándolo sutilmente lo dejó de pie. Todos los presentes quedaron
confundidos y entendieron lo que quería decirles: que después de hecha y vista
la hazaña, cualquiera sabe cómo hacerla.
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