Mostrando entradas con la etiqueta mediterraneo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta mediterraneo. Mostrar todas las entradas

viernes, 1 de agosto de 2014

Un nuevo sistema para "entender” el lenguaje de los cetáceos

 Un equipo de investigadores del Instituto de Telecomunicaciones y Aplicaciones Multimedia (ITEAM) de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) y del Instituto Oceanográfico de Valencia ha desarrollado un sistema que ayuda a “entender” el lenguaje de los cetáceos y a conocer cuál es su grado de bienestar. Basado en un avanzado algoritmo de detección de vocalizaciones para animales, a la vista de los primeros resultados, el sistema permite conocer mejor los mecanismos de producción de sonidos por parte de los cetáceos.

Desde la llegada al Instituto Oceanográfico de la Ciudad de las Artes y las Ciencias (Valencia) de dos ejemplares de beluga, una de las mayores preocupaciones de los investigadores fue controlar su nivel de bienestar. Desde el parque monitorizaron los sonidos que producían las belugas en distintas condiciones y constataron cómo la tasa de vocalización de estos cetáceos está directamente relacionada con ese nivel de bienestar.
En total, se aislaron 32 tipos de vocalizaciones que configuran el repertorio acústico de las belugas, algunas de las cuales se asociaron a diversos tipos de comportamiento: interacción con los cuidadores, con los visitantes, etc.
“En los mamíferos acuáticos, al igual que en los terrestres, existe una alta correlación entre el número de sonidos que emiten y su grado bienestar. Se sabe que en situaciones como la manipulación veterinaria, la separación de crías o el transporte y cambio de ubicación, los animales cambian la tasa de emisión de sonidos”, explica Ramón Miralles, investigador del ITEAM de la UPV.

El equipo ha dado un paso más hasta lograr un sensor continuo y en tiempo real de las vocalizaciones de las belugas, de forma que se pueden monitorizar durante 24 horas. El sistema además permite clasificar automáticamente los diferentes tipos de sonidos que emiten las belugas en distintas situaciones. Dichos sonidos, según explican los expertos, tienen varias funciones, tanto sociales como de supervivencia.

“Las belugas emiten dos tipos de sonidos fundamentalmente: pulsados, que son los relacionados con la ecolocalización, con la orientación en el medio y la detección de las presas; y otros sonidos más tonales, como silbidos, chasquidos, etc. que parece que están más relacionados con la comunicación. Nosotros lo que intentamos es ver la tasa de vocalización, es decir el número de vocalizaciones por hora y, además, distinguir los tipos de sonidos emiten, si hay sonidos relacionados con sus reacciones, o relacionados con la comunicación social entre los animales.”, explica José Antonio Esteban, coordinador del Departamento de Investigación del Oceanográfico.

lunes, 23 de junio de 2014

Tesoros del fondo del mar

¿Se imaginan encontrar el equivalente de 480 millones de dólares americanos en oro, joyas y plata?. Ese fue el valor que se le dio a los restos del Nuestra Señora de Atocha cuando fue saqueado en las costas de Florida por un cazatesoros local.

¿Pueden imaginarse lo que sería descubrir los restos del llamado “Escorial de los mares”?. El pecio del Santísima Trinidad, Navío de Línea de la Armada Española (considerada el arma de guerra más imponente en los siglos XVIII -XIX) se encuentra hundido en algún lugar del golfo de Cádiz, parece que a la altura de Punta Camarinal y a unas tres millas de la costa, donde se hundió por el fuerte temporal del 24 de octubre de 1805 tras haber quedado muy maltrecho e ingobernable tras la Batalla de Trafalgar, yéndose al fondo con muchos de sus tripulantes.

Reproducción del Santísima Trinidad 
¿Somos capaces de intuir el potencial turístico, económico y arqueológico de los restos yacentes en la mayor ruta comercial de todos los tiempos con miles de años de tránsito a sus espaldas?. Fenicios, griegos, egipcios, romanos, cartagineses, venecianos, florentinos, turcos, franceses, ingleses y españoles… siglos, milenios de comercio en el Mar Mediterráneo que terminaba desembarcando en las Columnas de Hércules, el fin del mundo hasta 1492.

Las costas andaluzas guardan en sus fondos el inmenso tesoro almacenado tras milenios de comercio, guerras y temporales que se ha cobrado el más legendario de los mares en su particular impuesto aduanero. Se calculan en más de 300 los restos arqueológicos de navíos hundidos localizados en las inmediaciones de la ciudad de Cádiz, el número en el resto del litoral es sencillamente incalculable. Como incalculable es el valor de dichos yacimientos. 

Si nos atenemos a lo expuesto por el investigador de la Universidad de Cádiz José Manuel Cano, solo en las inmediaciones de Cádiz hay más oro que en toda la reserva del Banco de España. Por mencionar algunos de ellos, la Nao Buen Jesús portaba cuatro millones de ducados ; la Nao San Ignacio 7,3 millones de ducados; El Nuestra Señora del Juncal guardaba 12.000 kilos de oro amonedado, 5000 kilos de plata en lingotes y tres cajones de esmeraldas. El San Francisco Javier, con 100 kilos de piedras preciosas y 500 kilos de oro. 


El San Francisco El Soberbio con 7000 kg de oro o el Nuestra Señora de la Concepción que llevaba en su carga 580.000 monedas de oro entre una larga lista son algunos de los pecios que dan nombre a ese inmenso tesoro que se esconde bajo nuestras aguas. Un inmenso patrimonio de miles de años de intercambio entre culturas y civilizaciones que no siempre ha estado todo lo protegido que debiera.

Recientemente el Gobierno Mexicano y el Español han llegado a un acuerdo bilateral para proteger, mutuamente, los pecios y yacimientos que guardan sus respectivas costas, con el objetivo de resguardarlos no solo de las manos de los llamados cazatesoros, (auténticos piratas que destrozan todo hallazgo que cae en sus garras), sino también para que las futuras generaciones puedan disfrutar de ellos. Porque a fin de cuentas de eso se trata, de un patrimonio de la humanidad que nos corresponde proteger.

Una gran noticia para los amantes de nuestros hábitats subacuáticos, auténticos museos de una historia apasionante que tenemos la obligación de estudiar, conservar y divulgar para que el mundo entero pueda sorprenderse del inmenso tesoro que junto a la biodiversidad de sus hábitats marinos oculta Andalucía en el fondo del mar.

Translate this blog