En la actualidad el conjunto de las "Murallas
Urbanas de Sevilla" están catalogadas como Bien de Interés cultural, en su
categoría de monumento, pero durante miles de años y bajo el reinado de
diferentes culturas Sevilla fue una ciudad cerrada, tal vez la mejor amurallada de Europa.
Descubre los 8
cambios más significativos que ha sufrido a lo largo de sus dos milenios de
historia.
1. Entre los años 68
y 65 a.C, se construyeron las murallas y los
torreones, reemplazando la antigua empalizada hecha con troncos y barro
existente desde la época cartaginesa.
2. Durante el imperio de Augusto fueron
ampliadas y perfeccionadas debido al crecimiento de la ciudad.
3. Bajo el reinado de los árabes
la ciudad creció exponencialmente por lo que la muralla corrió la misma suerte.
Durante el dominio del sultán Alí Ibn Yusuf, se amplió
el espacio protegido por la cerca en casi dos veces su antigua superficie.
4. Los almorávides,
que eran conscientes del avance conseguido sobre los reinos cristianos del
norte de España se dedicaron a reforzar sus defensas,
construyendo y fortaleciendo las murallas.
5. Tras el ataque vikingo del
año 844, el emir Abderramán II manda reconstruir las murallas
destruidas.
6. En pleno dominio árabe, el califa Abderramán III mandó destruir las murallas y puertas romanas
en el año 913, pensando que se evitarían conatos de secesión contra Córdoba, convertida por él mismo en
capital de Al-Ándalus.
7. El primer rey de la taifa de
Sevilla, Abú al-Qasim ordenó levantar de nuevo las murallas
en el año 1023 para protegerse de las tropas cristianas. La defensa amurallada
tenía una dimensión de siete kilómetros con 166 torreones, 13 puertas y 6
postigos.
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